lunes, 23 de enero de 2017

Visión personal de la Nécora y otros mariscos

Estemos de acuerdo o no está claro que habitualmente se suele hablar de un antes y un después del desastre y fracaso que supuso la operación Mago, posteriormente rebautizada como Nécora. El actor mediático de ese circo achacó posteriormente el fracaso del resultado, entre otras cosas, a lagunas legales. El único aspecto positivo fue la obtención de información sobre las organizaciones, su estructura y funcionamiento.

El Juzgado Central de Instrucción Número 5 aunó las investigaciones que se llevaban en distintos Juzgados y asumió las competencias sobre las mismas, pues en aquel entonces la Audiencia Nacional monopolizaba las causas contra el narcotráfico, lo que se vio posteriormente que era muy contraproducente y no resultaba operativo.

Poco o muy poco se ha hablado sobre la gran labor desarrollada por otros jueces, pues llegó un momento en España que parecía que únicamente existía ese juzgado. El objetivo último de las investigaciones es conseguir la condena de los acusados, estadística en la que el director de esa orquesta no puede salir nada airoso.

Se introdujo en la esfera judicial la figura del confidente, algo reservado hasta ese momento a los Cuerpos de Seguridad, quienes bajo supervisión judicial solían encauzar las investigaciones y proteger la identidad del informador. Pero en este caso fue distinto: pasaban por el juzgado los más débiles de las organizaciones y, se supone que bajo coacciones encubiertas bajo una apariencia de legalidad, se obtenían declaraciones cercanas al género literario y que llegaron a días de duración, y de las que, como es de suponer, salían además de estigmatizados, amenazados de muerte por las organizaciones, acabando finalmente siendo víctimas (caso Baúlo). No olvidemos que los jueces investigan a través de la policía judicial y cuerpos de seguridad, pues en caso contrario serían policías, no magistrados. Sólo bastaba posteriormente hacer una selección adecuada al fin perseguido y con las personas que interesaba procesar, dejando a un lado la máxima de cualquier investigador: ir de la prueba a la detención, nunca actuar al contrario.

Un verdadero juez instructor normalmente trabaja silenciosamente, en la sombra. Es el director de una gran orquesta. No debe ser una estrella de cine, o al menos así pienso yo. Viajes en helicóptero, despliegues cercanos a las películas americanas... Resultado, mucho ruido y pocas nueces.

Y todo ello sin contar con un verdadero programa de protección de testigos. La protección consistió en que apareciesen en todos los medios. La única red que fue resistiendo al acoso mediático fue el clan de los Charlines, quienes pasaron a ser objetivo prioritario y sin embargo encajaban bastante bien las embestidas legales. La operación, a grandes rasgos, se dividió en tres fases:

-En la primera no se aprehendió droga, pero se detuvo a narcos históricos, como Laureano Oubiña, José Manuel Paz Carballo, José Manuel Padín Gestoso y Manuel Charlín Pomares. En Madrid fue detenido el empresario Celso Barreiros y Carlos Goyanes.

-En la segunda fase, la policía intervino una autocaravana con 500 kilos de cocaína. Fueron capturados los jefes para Europa del cartel de Bogotá Antonio Cebollero Campos, Alberto Varas y Alfredo Cordero, así como Manuel Charlín Gama, el capo gallego del clan de los Charlines.

-En la tercera fase, denominada policialmente Operación Job, se incautaron 1.500 kilos de cocaína en una furgoneta en Madrid y fueron procesados el colombiano Juan Carlos Marales y José Rey Vila.

Ricardo Portabales
El caso de Ricardo Portabales ocurrió hace ya más de 20 años, primer "testigo protegido" de la historia judicial española, quien no se cansa de repetir en las entrevistas que la operación fue un auténtico engaño y la mayor mentira creada en la historia judicial española. Al único que recalca que nunca citó en sus declaraciones es a Manuel Charlín, el patriarca del clan, lo que puede dar una idea del terror que puede provocar este apellido.

Nadie niega que las personas procesadas estuvieran implicadas en las actividades que se les imputaba, pero la realidad es que basar la investigación principalmente en los relatos de "arrepentidos", complementándolo posteriormente con las intervenciones telefónicas que no dieron los resultados esperados y fueron anuladas por sus defectos de forma; pues nos da una idea de los recursos y medios malgastados. A esto se une la prohibición que realizó en su día el Instructor a los Colegios de Abogados de realizar las asistencias en turno de oficio cuando no convenían los letrados correspondientes, y olvidar principios fundamentales del derecho como la territorialidad, prescripción, y otras muchas a las que ya estamos acostumbrados. El reclamar los sumarios que estaban repartidos por diferentes juzgados y en los que aparecían encartadas las personas que le iban relatando intentó dar unos cimientos al castillo de naipes construido.

La condena por delito fiscal de Laureano Oubiña no fue en realidad la única, y varios encausados se repartieron condenas de mayor o menor duración que, tras ser recurridas reiteradamente quedaron en nada. La ejecución de los embargos han resultado casi impracticables y tras muchos años de esfuerzo se han conseguido. El resumen fue el salto a la fama del joven juez por aquel entonces, la publicación de un libro con su lógica repercusión dineraria, un sinfín de literatura y la subida a los altares de sus causas.

(Diario El País, 29-09-1994)
El gasto del macrojuicio
Sólo los gastos generados por el acondicionamiento y utilización del pabellón de la Casa de Campo donde se celebró el juicio ascendieron a 86.838.543 pesetas, según la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia, cuyo titular era Fernando Escribano. De esa cantidad, la mayor partida, 44 millones de pesetas, se la llevaron las obras de adaptación de un pabellón de la Casa de Campo que sirviera para acoger al medio centenar de acusados y sus respectivos abogados, además del tribunal, las acusaciones y el personal judicial y de seguridad. El alquiler del pabellón, desde el 12 de julio de 1993 ascendió a 26 millones. Otros 15 millones costaron el detector de metales, las fotocopiadoras, las máquinas de escribir y el mobiliario. En gastos extraordinarios de personal, debido a la prolongación de jornada por la sesiones de tarde, comidas, y personal de refuerzo a la Sección Tercera Penal de la Audiencia Nacional, se gastaron otros 5,1 millones. La limpieza, asistencia, técnica, megafonía, transcripción de las escuchas telefónicas y consumo de energía arrojaron un saldo de 24 millones más. José María Collado, subdirector general de Relaciones con la Justicia, explicó que faltaban por cuantificar las indemnizaciones a peritos y testigos, aunque ése era un capítulo menor. Dentro de esos costes no estaban incluidos el despliegue policial de seguridad -alrededor de medio centenar de agentes, ocasionalmente con perros y caballos, ni los traslados de los presos a cargo de Instituciones Penitenciarias.

Los investigados
La Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas solicitó el procesamiento de:

-Pablo Escobar Gaviria, colombiano, que fue jefe del Cartel de Medellín, que se encontraba en rebeldía y fue abatido por la policía en Colombia en 1993.


-Gustavo Gaviria Rivero, colombiano, fallecido durante el proceso y familiar del anterior.

-Fabio Ochoa Vázquez, colombiano, del Cartel de Medellín, en prisión en EE.UU. cumpliendo condena de 30 años desde el año 2003.

-Juan Ramón Matta Ballesteros, hondureño, que vivió durante algún tiempo en La Coruña en un piso del Orzán, por donde solía pasear y que cumple cadena perpetura en una prisión de alta seguridad en EE.UU. En esta ciudad tomó contacto con influyentes personajes de la vida pública y empresarial. Su círculo de amistades coruñesas está ampliamente reflejado en el libro "La Conexión Gallega", del escritor y periodista Perfecto Conde.


-Miguel Ángel Félix Gallardo, alias El Padrino, mejicano jefe del antiguo Cartel de Guadalajara, actualmente cumpliendo condena en una prisión de alta seguridad en Méjico.

-Laureano Oubiña Piñeiro, de Cambados (Pontevedra), que resultó condenado por delito fiscal y actualmente se encuentra en prisión cumpliendo condena por tráfico de drogas. Es divorciado de su primera mujer y viudo de la segunda. Llegó a tener en funcionamiento una página web propia, el enlace actualmente no funciona. Evidentemente no la redactaba él, dudo sepa más que sumar, leer y escribir. Pero le ha funcionado, desde luego.

-Esther Lago García, segunda esposa del anterior, fallecida en el año 2001 en un accidente de tráfico en Cambados y que fue condenada por delito fiscal. Era considarada por algunos verdadero cerebro de la organización de su marido.


-José Ramón Prado Bugallo, de Cambados (Pontevedra), que actualmente se encuentra en prisión cumpliendo condena por tráfico de drogas. Hace años circuló la noticia de que tenía una enfermedad terminal, cirrosis o cáncer de hígado, pero lo cierto es que está perfectamente y detenido en varias ocasiones por narcotráfico.

-Daniel Carballo Conde, alias Danielito, ex-lugarteniene de Sito MIñanco y que fue asesinado en 1993 en el pub Museo de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) por Antonio Chantada, alias Tucho Ferreiro; y que tras asesinar al propietario de una pizzería de Cambados, también relacionado con el narcotráfico, se suicidó.

-Vicente Otero Pérez, alias Terito, patriarca del contrabando en Galicia y miembro del Partido Popular. Al final se demostró que su detención se debió a un error, pero fue condenado por otras causas. Falleció hace años.

-Manuel López Bugallo, Sito Bugallo y Bugui, ya fallecido.

-Carlos Goyanes Perojo, que fue ingresado en prisión.

-Celso Barreiros Rodríguez, empesario e ingeniero, que falleció en el año 2004 en Madrid. Finalmente resultó absuelto de todos los cargos.

-José Manuel Padín Gestoso, Manolo de Corbillón y Manolo el Catalán, condenado en otros procesos por tráfico de drogas.

-José Paz Carballo, Estudiante, condenado en otros procedimientos.


-Albino Paz Diz, que fue ingresado en prisión y posteriormente puesto en libertad.

-Francisco Javier Martínez San Millán, Franki, actualmente en prisión por delitos de narcotráfico.

-Ramiro Sancho Casas, de Pontevedra, antiguo propietario de un concesionario de vehículos y fue condenado por tráfico de drogas.

-Narciso Fernández Hermida, O Parido, de Cambados (Pontevedra) condenado por otras causas y propietario de la cafetería Capri en la localidad de Corbillón, local que fue objeto de un atentado por parte del Exército Guerrilheiro en una campaña contra el narcotráfico.

-Ramón Longa Vidal, Chito de Carril, condenado en otros procesos por narcotráfico.

-José María Longa Vidal, hermano del anterior.

-Álvaro Rodríguez Franco, de Cee (La Coruña), condenado en otros procesos por narcotráfico, propietario de una carpintería de aluminios en Cee.

-Delmiro Rey Castro, Miro, propietario de varios locales en Cambados (Pontevedra)

-Ramón Javier Lorenzo Viñas, que fue puesto en libertad bajo fianza.

-Manuel Charlín Pomares, del clan de los Charlines, condenado por otras causas.

-Ricardo Portabales Rodríguez, que fue puesto en libertad supuestamente a cambio de las declaraciones prestadas, y posteriormente condenado.

-José Luis Viñas Morgade, condenado en el juicio.

-Daniel Barreiros Garbín, que también resultó condenado en el juicio.

-Eulogio Rodríguez Refojos, condenado.

-Antonius Adrianus Van der Tang

-Joaquín Montañés Porto

-Concepción García Rodríguez

-Juan Carlos Marales

Estas 25 personas estaban incluidas en el sumario 13/90 desde la primera fase de la operación Mago. Otras 17 personas fueron incluidas tras la segunda fase, en la que se aprehendieron 500 kilogramos de cocaína:

-Jorge Gabriel Outón Caamaño, del clan de los Charlines y que fue ingresado en prisión.

-María Carmen Esperón Carballa, puesta posteriormente en libertad.

-Luciano Núñez Villanueva, Chano y Lucky Luciano el americano, de Vilanova de Arousa (Pontevedra), condenado por narcotráfico.

-Manuel Charlín Gama, jefe del clan de los Charlines.

-Alfredo Cordero González, Engarellas, condenado por narcotráfico.

-José Rey Vila.

-Eulogio Romero Betanzos, Lojito y Gadafi, condenado por narcotráfico.

-Benito Alfredo Otero Núñez, del clan de los Alvaritos, condenado por narcotráfico.

-Alvaro Fernández Rodríguez, el Cojo, condenado por narcotráfico.

-Ramón Antonio Cores Caldelas, asesinado en 1998 en Caldas de Reis (Pontevedra), y condenado por narcotráfico.

-Antonio Cebollero Campos, representante del Cártel de Bogotá en España y condenado por narcotráfico en otras causas.

-Alberto Vargas Vera, colombiano, condenado por narcotráfico.

-Hernando Gómez Ayala, colombiano, condenado por narcotráfico y otros delitos.

-George Deininger, de origen alemán.

-Carlos González Padín.

-Antonio González Padín.

-WaelIbrahim Abdelkader el Khalout

-Manuel Abal Feijoo

-Benito Rey Ambros

-José Manuel López Fontán

Los últimos siete procesados estaban incursos en el sumario 24/90 de la misma Audiencia Nacional, que incluía como arrepentido a Manuel Fernández Padín, y que quedó incorporado al 13/90:

-Melchor Charlín Pomares, Crápula, del clan de los Charlines.

-Francisco Omil Nazara, de Ponteareas (Pontevedra), condenado en otros procesos por narcotráfico.

-Víctor Saborido Aragunde, que fue ingresado en prisión.

-José Luis Abal Agra, Muxe, de Cambados (Pontevedra), condenado en otras causas por narcotráfico.

-Baltasar Vilar Durán, Saro, natural de Cambados y vecino de Vilanova de Arousa, condenado en otras causas por narcotráfico.

-Alberto Teijelo Treviño

-Manuel Fernández Padín, que fue puesto en libertad tras las declaraciones que prestó ante el juez instructor.

LA NÉCORA EN LA PRENSA

La Vanguardia

Hay una corriente de opinión desde hace unos años que quiere hacer creer a la sociedad que en Galicia no existe crimen organizado, estructuras mafiosas o similares aparatos delincuenciales, y que las asociaciones de delincuentes que existían están derrotadas. Por un lado es comprensible, pues es normal que se quieran minimizar los miedos de los ciudadanos y crezca su confianza en las instituciones. Yo pienso que la realidad es otra, pues estoy totalmente convencido de la existencia de importantísimas mafias y organizaciones en todas las provincias gallegas que han adelantado hace ya muchos años a la justicia y a las fuerzas de seguridad.

Hay que pararse a pensar en el modo de ser de los gallegos, muy similares en algún aspecto a los italianos que vemos en las películas. El arraigo de la tradición, el amor por la tierra y las estructuras familiares continúan intactas tras muchos años. El gallego ha sido siempre una persona trabajadora pero egoísta. El trabajo no lo hace por un bien común, para desarrollarse y avanzar, si no por avaricia. Y el trabajo casi siempre lo ha llevado a cabo en el extranjero, amasando pequeñas fortunas que eran invertidas en el terruño y en las inacabadas viviendas que salpican todo el rural de Galicia de color ladrillo. El problema comenzó a ser serio cuando la emigración se acabó, y se comprobó que los ahorros de los abuelos no daban para más. Acostumbrados como estábamos a vivir en un estatus muy superior al real, la caída se ha llevado muy mal. Pueden cambiar los métodos, los modos de entrada, los itinerarios, pero el problema persiste.

Fotografías de algunos de los implicados pertenecientes a cárteles de la droga:

Pablo Escobar Gaviria (fallecido)
Fabio Ochoa  Vázquez
Gustavo Gaviria Rivero
Miguel Ángel Félix Gallardo
Juan Ramón Matta Ballesteros


viernes, 20 de enero de 2017

Sentencia y conclusiones de la Nécora



El escrito de conclusiones provisionales que remitió la fiscalía, con la petición de penas para cada uno de los procesados, comenzaba así:


A LA SALA

EL FISCAL, en el Sumario 13/90 el Juzgado Central de Instrucción nº 5, realiza las siguientes conclusiones provisionales:A) Desde el año 1981, el procesado RICARDO PORTABALES RODRIGUEZ, mayor de edad y ejecutoriarnente condenado por un delito contra la salud pública,en S. 20-07-1989, en la forma que a continuación se expondrá, ha venido dedicándose al tráfico de estupefacientes en gran escala, principalmente los conocidos como hachís y cocaína, en unión de diferentes personas y vinculado con varias organizaciones hasta su ingreso en prisión en el mes de febrero de 1989, por hechos distintos y posteriores a los que se van a relatar. El conocimiento de los hechos objeto de este apartado y su investigación por la Autoridad Judicial instructora tuvieron su origen en las declaraciones del referido procesado, prestadas a requerimiento suyo, de manera libre y voluntaria, asumiendo su participación en los hechos, y guiado por el ánimo de apartarse. y alejarse de las vinculaciones criminales mantenidas hasta entonces, inequívoco signo de arrepentimiento y de repudio a su anterior vida delictiva. Una gran parte de los hechos delictivos confesados por tal procesado ni siquiera habian sido sometidos a investigación o proceso por las Autoridades competentes, al tratarse de hechos oficialmente no conocidos y que habían quedado impunes, como ocurre con un elevado número de actos de tráfico ilegal de drogas integrados en la llamada cifra oscura de la criminalidad.

1.-A finales del mes de octubre de 1980, RICARDO PORTABALES se enroló en Vigo en el barco PROMARSA I haciendo la travesía hasta Panamá y llegando a Puerto Cristobal, en la ciudad de Colón, sobre el 9 de noviembre del mismo año. El buque fondeó en Balboa, lugar donde se encontraban las oficinas de la empresa PROMARSA (PROMOCIONES MARITlMAS S. A.) Como en el transcurso del viaje hubiere descubierto que unas cajas cargadas en Vigo contenían grandes cantidades de dinero, el propietario de la empresa, el procesado CELSO BARREIROS RODRIGUEZ, mayor de edad y sin antecedentes penales le ofreció ser ayudante personal suyo, lo que fue aceptado por PORTABALES. En el mes de enero de 1981, siguiendo las instrucciones de CELSO BARREIROS se desplazó con una cartera que contenía dinero hasta el estado fronterizo de Costa Rica, a un lugar conocido como Puerto Limón, donde hizo entrega de la misma a un individuo que resultó ser el procesado en situación de rebeldía JOSE RAMON MATTA BALLESTEROS, ciudadano hondureño y conocido traficante internacional de cocaina, actualmente cumpliendo condena en los Estados Unidos de América por tal motivo. Tras otras dos entregas de dinero al tal MATTA BALLESTEROS en la forma ya indicada y por orden de BARREIROS, aquél le propuso a PORTABALES que a su regreso a España, lo que tuvo lugar a finales del mes de marzo, le buscara gente a la que le interesara el negocio de la cocaína. De acuerdo con lo hablado, PORTABALES en el mes de abril y encontrándose en España contactó en Pontevedra con el procesado JOSE MANUEL PADIN GESTOSO, alias MANOLO EL CATALAN y MANOLO EL DE CORBILLÓN, mayor de edad y ejecutoriamente condenado por un delito de contrabando en sentencia 05-12-1986, firme el 05~02-1981, a la pena de 6 meses de arresto y multa, el cual se mostró interesado en la propuesta. A tal efecto, cuando PORTABALES regresó a Panamá en el mes de mayo, lo hizo acompafiado de PADIN GESTOSO. Una vez allí, tras conseguir PORTABALES el teléfono de MATTA, a través de CELSO BARREIROS,se puso en contacto con aquél concertando una entrevista, a la que asistió PADIN GESTOSO, en el lugar conocido como Puerto Armuelles, situado en Punta Burica donde acordaron que la cantidad de cocaína a transportar serían unos 450 kilogramos, el precio de unos 700 dólares estadounidenses por kilogramo, y que PADIN GESTOSO se encargaría de su transporte. Como PADIN GESTOSO tuviere dificultades para conseguir un medio de trasladar la cocaína hasta el Oceano Atlántico, en una nueva entrevista MATTA se ofreció para realizar el port.e de la sustancia poniéndose en contacto con CELSO BARREIROS a quien le pidió un buque para tal menester. Inmediatament.e después, BARREIROS llamó a PORTABALES Indicándole que MATTA le había pedido una embarcación para realizar el transporte y recriminándole las gestiones que había realizado con MATTA al margen de él y de las actividades específicas de la empresa. Solventado el incidente, la mercancía fue cargada en un barco en Puerto Armuelles, situado en el Pacífico y llevada hasta las Islas Azores donde fue transbordada a un pesquero llamado «BAJAMAR», contratado al efecto por PADIN GESTOSO, que la trajo hasta las costas gallegas desembarcándola en San Vicente do Mar y Santa Eugenia. En pago de su colaboración BARREIROS recibió 20 millones de pesetas que fueron transferidas desde una entidad bancaria de Portugal a la empresa PROMARSA por PADIN GESTOSO.

2.- Con posterioridad a la acción anteriormente relatada, en día no precisado de los meses de mayo o junio de 1981, CELSO BARREIROS se desplazó hasta Costa Rica desde Panamá, acompañado de RICARDO PORTABALES, reuniéndose en un hotel con JOSE RAMON MATTA y otras dos personas, un tal General SAMUDIO y un tal Comandante ARENAS o ARIAS (pues así se identificaron), pertenecientes respectivamente al ejército y a la guerrilla colombianas. En dicha reunión, a la que PORTABALES asistió como simple espectador pasivo, se acordó la entrega de un cargamento de armas por parte de BARREIROS y MATTA a los otros dos asistentes a la cita, cargamento que fue desembarcado en días posteriores en la Isla de Cohiba; situada frente a la,bahia de Chiriqui, lugar al que se desplazó PORTABALES, en cumplimiento de las instrucciones que le dió CELSO BARREIROS, para presenciar y observar el desarrollo de la operación. Del buque que transportaba las armas fueron descargadas en la Isla de Cohiba unas 1.000 cajas, que contenian cada una de ellas 6 armas largas, y' otras tantas cajas con munición. Efectuado el desembarco, PORTABALES regresó a las oficinas de la empresa dando,cuenta, aunque no personalmente, a CELSO BARREIROS, de como se habia realizado la citada operación, para a finales de junio de 1981 regresar a España y desvincularse de la empresa en la que había trabajado durante los últimos 6 meses (...)El resumen de su declaración, podría ser esta:-En 1980 se enrola en Vigo en el buque Promarsa I, de Celso Barreiros; en Costa Rica, entrega dinero por encargo de Barreiros a José Ramón Matta Ballesteros.-En Galicia, entra en la organización de José Manuel Padín Gestoso, con el que organiza un desembarco de 450 kilos de cocaína.-Bajo el patrocinio de José Paz Carballo, Portabales participa en varios desembarcos en la costa gallega de miles de kilos de hachís procedentes de Marruecos. Del hachís pasan a comprar cocaína a Laureano Oubiña, que la conseguía de proveedores no identificados.-Portabales aseguraba haber sido testigo de una reunión en Cascais (Portugal) de los principales jefes del narcotráfico gallego con Fabio Ochoa, el influyente miembro del cartel de Medellín.Para dar más morbo al asunto, entre los supuestos socios de Celso Barreiros a los que apuntó Portabales figuran nombres como el de el ex ministro Pío Cabanillas padre, Manuel Benítez "El Cordobés", o Carmen Franco. Celso Barreiros efectivamente mantenía relaciones con alguna de estas personas. Su hermano fue el creador de la célebre empresa española de postguerra Barreiros, y lógicamente mantenía relaciones con personas de la alta sociedad. Por otra parte el por aquel entonces director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, hizo peligrar la operación al informar al periodista José María García sobre la inminente detención de Goyanes. El director de la Policía negó esta alerta. Todo un adelanto de los soplos al más puro estilo Faisán.


Mítica imagen del juicio
LA SENTENCIA

Los 600 folios de la sentencia del caso Nécora castigaban sólo a los procesados que fueron capturados con droga en su poder, y olvidó todo indicio delictivo de narcotráfico, en la actuación de los grandes capos, a quienes no se encontró en posesión de alijos y respecto a los que apenas apreciaba conspiración para delinquir. La sentencia cuestionó fundamentalmente las acusaciones formuladas por el arrepentido Ricardo Portabales y algunos aspectos de la instrucción judicial realizada por el juez, aunque no declaró la nulidad de las pruebas testificales, si bien las escuchas determinó que no tenían eficacia probatoria.La sentencia analizó la figura de los arrepentidos y consideraba que sus declaraciones eran medio de prueba idóneo. Analizaba si tales declaraciones se desprendían por razones de venganza, odio, obediencia a tercero, ventaja propia, etcétera, concluyendo que no era lógico ni razonable que Portabales y el también arrepentido Manuel Fernández Padín hicieran sus acusaciones durante el juicio "con miras a obtener ventajas, ni actuaran movidos por odio o venganza". Según el tribunal, "a primera vista lo dicho por Portabales y Padín puede contener todos los ingredientes necesarios para ser tenidos en consideración, y en su caso, sus declaraciones ser elevadas a la categoría de pruebas de cargo capaces de enervar el principio de presunción de inocencia que abriga a 21 coacusados".

A pesar de lo anterior, el tribunal consideró que las declaraciones de Portabales adolecen de una "enorme inconcreción respecto a la mayoría de los hechos por él narrados, circunstancias y personas intervinientes". Esto "no autoriza a presumir que esté faltando a la verdad conscientemente", agrega el tribunal, que, sin embargo, también aprecia importantes contradicciones entre lo manifestado en el sumario y lo dicho en el juicio oral. "Portabales", sigue el tribunal, "puede saber todas las cosas que de forma tan prolija relató, pero, desde luego, las menos por ciencia propia, las más por referencias de otras personas y buen número de ellas por comentarios". Para fundamentar una sentencia condenatoria es necesario que las declaraciones sean uniformes, coherentes, firmes, perfectamente verosímiles, carentes de vaguedades e imprecisiones y capaces de generar en el ánimo del tribunal aunque sea una mínima duda acerca de si un determinado hecho punible acaeció realmente y en el participaron determinadas personas.Las imprecisiones y contradicciones de Portabales "lograron sembrar la duda, que más se agudizaba cuanto más hablaba; una duda que se palpaba en el ambiente y que caló a fondo en el ánimo del tribunal. Por eso, nada más, pero nada menos que por eso, sus solas declaraciones inculpatorias de otros procesados no van a suponer para nadie un pronunciamiento condenatorio".

El panorama de las declaraciones de Manuel Fernández Padín era bien distinto. En sus declaraciones había concreción y mucha seguridad en la fijación de los hechos y de la forma, lugar y tiempo en que acaecieron, según el tribunal. "Esas dudas que con tanta frecuencia se vislumbran en las declaraciones de Portabales ( ... ) no aparecen en lo dicho por Fernández Padín", añade el fallo.Manuel Fernández Padín se integró en el clan de los Charlines y participó en descargas de cocaína. Fueron las declaraciones de este segundo arrepentido las que generaron mayor número de condenas entre integrantes del segundo escalón de lugartenientes, descargadores y transportistas de droga. La sentencia también analizaba las diversas posiciones divergentes del Tribunal Supremo sobre si los registros debían practicarse con o sin secretario judicial. 

En la Operación Nécora, los registros se hicieron sin secretario, pero en presencia de dos testigos que declararon ampliamente en el juicio y explicaron "con todo lujo de detalles la intervención que tuvieron". En 1992, todavía el Supremo admitía la licitud del registro hecho sin secretario. Hoy en día la legislación es distinta. El tribunal decía "no se puede hablar de registros ilícitos", pero ponía de relieve que las diligencias de entradas y registros efectuadas en los domicilios de la práctica totalidad de los procesados "sirvieron para bien poco".El tribunal sentenciador deslizó diversas críticas hacia la forma en que se instruyó el sumario. Dedicó 40 folios a analizar las intervenciones telefónicas, censurando al instructor por haber ejercido un control formal, pero no de fondo de los pinchazos hechos por la policía.